Le ganamos a los milicos
La delincuencia de Carmen de Patagones salió airosa el pasado fin de semana, al dejar heridos dos policías en el transcurso de incidentes producidos en el barrio Progreso. El comisario Axel Bogda manifestó su indignación y preocupación por la realidad social de ese sector de la ciudad.
El sábado, minutos antes de las 7 de la mañana, dichos uniformados recorrían esa zona en un móvil cuando constataron la presencia de un individuo que exigía dinero a todo aquel que intentaba pasar por el lugar. Se trata de Esteban Aguilera, de 20 años de edad y apodado “Cara Quemada”.
Previamente, se habían recepcionado llamados telefónicos en la comisaría dando cuenta de que la persona mencionada intimidaba a vecinos o transeúntes con armas de fuego para obtener dinero.
Por esto los policías intentaron identificar a Aguilera, quien lejos de obedecer, cuando se le dio la voz de alto el joven salió corriendo e ingresó a una casa de propiedad de la familia Sandoval.
El parte policial brindado indica que en el patio delantero de la vivienda los policías interceptaron a Aguilera pero otro joven identificado como Rafael Sandoval, de 18 años y apodado Virulana, tomó a un policía de apellido Catalán arrojándolo al suelo y sacándole el arma reglamentaria que llevaba en la funda.
Al mismo tiempo, el otro oficial policía trataba de aprehender a Aguilera, quien era defendido por un grupo de mujeres y jóvenes, pero éste logró zafarse y golpeó al efectivo en la cara con un hacha produciéndole un corte y desgarro en el ojo derecho y dejándolo inconciente.
Luego de esto, Aguilera golpeó en la nuca al otro policía quien se retiró del lugar arrastrando a su compañero y pidió refuerzos.
Al arribar el otro patrullero fue recibido con una lluvia de piedras, botellas y otros elementos contundentes, por lo que se resolvió evacuar el lugar y convocar a elementos especializados de la Policía.
El comisario Bogda no pudo ocultar su preocupación por la “realidad social” de ese barrio y si bien aclaró que mediante la concurrencia de efectivos especializados en esos hechos violentos se pudo controlar la situación, entendió que la sensación que quedó entre la gente es: “Le ganamos a los milicos y acá no podrán entrar más”.
No obstante señaló que la mayor parte de los vecinos “es honesta, pero hay otros que refugian y protegen a los delincuentes”.
“La policía sigue poniendo la otra mejilla y eso no debe ser así”, concluyó el comisario.
Fuente: Diario La Palabra
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