Blogia
INFO STROEDER

Otras epidemias de las que nadie habla

Otras epidemias de las que nadie habla

 

Todo hacía pensar que en pleno siglo XXI, con estar vacunado, usar condón, cuidarse con protector solar, ingerir diariamente lactobacilus y comprar lavandinas antibacteriales para ganarles la batalla a los gérmenes y las enfermedades. Pero no…son varias las enfermedades que dejan cientos de muertos y el sistema de salud no está preparado.

Si bien las cifras no dejan de ser preocupantes, resultan “insignificantes” si se las compara con verdaderas epidemias que desde hace décadas asola a la humanidad y que causa estragos en los países más pobres. La Malaria, el Sida, el Chagas, la Fiebre Amarilla y la tuberculosis provocan muchísimas mas muertes que la gripe porcina.


El barbijo se convirtió en el emblema para neutralizar la gripe porcina pero carecen los recursos para prevenir otras pestes.

 

A dos semanas de que el mundo entrara en pánico tras la detección de los primeros casos de gripe porcina, momentáneamente la sociedad mexicana va recobrando su ritmo habitual de actividades y las víctimas de la epidemia  en todo el mundo trepan a 48, en tanto que los afectados apenas superan los 3.400. Si bien las cifras no dejan de ser preocupantes, resultan “insignificantes” si se las compara con verdaderas epidemias que desde hace décadas asola a la humanidad y que causa estragos en los países más pobres del planeta sin que genere tanta alerta y preocupación en la comunidad internacional. Se tratan de enfermedades evitables y que existen los medicamentos para curarlas, sólo que los laboratorios no invierten lo suficiente porque no les aporta beneficios directos.
La tuberculosis es una enfermedad que afecta a los pulmones y se calcula que un tercio de la población, es decir 2.000 millones de personas, está infectada con la bacteria que la produce. En 2007, murieron 1.300.000 personas por esta enfermedad que puede tratarse perfectamente con antibióticos. Claro que para eso tienen que estar al acceso de todos, algo que no sucede por ejemplo en la África subsahariana que es donde se producen el porcentaje más alto de los casos. Por malaria mueren en el mundo cerca de un millón de personas, en su mayoría niños menores de cinco años. En los últimos 25 años, el Sida mató a 27 millones de seres humanos y diariamente se infectan con el virus alrededor de 7.000 personas. Un informe elaborado el año pasado, la Organización Internacional del Trabajo estimó que debido al Sida, África pierde al menos 10 por ciento de sus adultos en edad de trabajar cada cinco años, mientras que los países industriales pierden apenas uno por ciento en el mismo período.
La Organización Mundial de la Salud, que tan en boga estuvo en estos días a partir de la propagación del virus A H1N1, advirtió a través de su director adjunto, Keiji Fukuda, que “no podemos dejar pasar otros asuntos y problemas sanitarios urgentes ya que todavía hay muchas otras enfermedades que necesitan atención”. En uno de sus últimos comunicados, la OMS aseguraba que 17 millones de personas mueren al año por no poder pagar fármacos fundamentales que son corrientes en los países ricos. En tanto que según la ONG Médicos Sin Fronteras en  los últimos treinta años, sólo un 1,3 por ciento de los nuevos fármacos desarrollados han ido destinados a las enfermedades que afectan a los más pobres.
Muy distinta es la relación entre otras supuestas pandemias y los medicamentos que las curan. Ahora con la gripe porcina se da el mismo fenómeno que sucedió años atrás con la Vaca Loca y la gripe aviar: el número de muertos resulta insignificante en comparación con las personas vacunadas, lo que deriva en un excelente negocio para los laboratorios. En 2005, año en que se produjo la aparición de la gripe aviar, Roche obtuvo una ganancia de 22.300 millones de dólares, gracias principalmente a la venta del Tamiflu que creció su venta ese año en un 269%. Gracias a su situación monopólica, el margen de beneficio del producto es de un 40% y ahora con la irrupción de la gripe porcina, las cotizaciones de Roche en Suiza subieron un 2,5%. Para agregar otro elementos entre la aparición de supuestas pandemias y la relación con los medicamentos que las curan, vale señalar que hasta el 2004 el Tamiflu era un producto poco rentable para Roche ya que justamente en ese año las ventas habían bajado un 22%. Además, desde algunos círculos científicos se cuestiona la eficacia de este antiviral para curar este tipo de gripe. La prestigiosa revista científica The Lancet sostuvo en un artículo que el uso indiscriminado del Tamiflu podría desalentar prácticas más útiles como la higiene y el aislamiento. En tanto que en Japón, que es uno de los principales compradores de este remedio, su consumo en menores estuvo asociado con conductas patológicas y hasta con suicidios.
La exclusividad que detenta Roche para producir el Tamiflu se da con otros laboratorios que concentran la producción de los medicamentos que curan las verdaderas epidemias que afectan a millones de personas. Para modificar esta situación, la Organización Mundial de Comercio de Doha en 2001 definió que las licencias pueden ser liberadas en forma obligatoria en caso de pandemia o emergencia sanitaria. Brasil y la India aparecen como los países mejor preparados para la producción en masa destinados a los países en subdesarrollados. Una amenaza para las pingües ganancias de Roche y otros laboratorios.

I. S.

0 comentarios