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INFO STROEDER

Lomos de burro en calles no asfaltadas

Lomos de burro en calles no asfaltadas
En estos últimos días se han construido nuevos reductores de velocidad, llamados comúnmente “lomos de burro” en la localidad de Stroeder. Entre otros, la ubicación de algunos de ellos, son en puntos de escasa iluminación, como los ubicados en calle San Francisco esquina la Pampa o el de la intersección de las calles Paraná y Bahía Blanca.
En un país coherentemente organizado, cuando una persona quiere manejar un vehículo debe rendir un examen, en el cual debe probar su capacidad de manejo, su comprensión de las leyes organizadoras del tránsito y de los castigos por infringirla.
Debe manejar un vehículo en condiciones, circular por determinados lugares y realizar determinadas maniobras, dentro de un rango de velocidad establecido de acuerdo a pautas que responden a una combinación de libre circulación y seguridad propia y ajena.
Existe una organización que controla el tránsito, determina las infracciones y establece el castigo correspondiente. Con respecto a la velocidad, el conductor, tiene la posibilidad de superar el límite reglamentario ateniéndose al consecuente castigo que puede llegar a incluir la prohibición de manejo.
Si el sistema funciona, aquellos conductores que son educados y respetan las normas, transitan con total facilidad y tranquilidad y los demás son multados, tal vez inhibidos para manejar y registrado su accionar como antecedente, eliminando del sistema los irresponsables y contribuyendo a la educación general.
Cuando hay fallas en la organización de control y la aplicación de castigos, los malos conductores no son advertidos, ni reeducados, en primer instancia, como tampoco castigados en lo que sería segunda instancia.
En una pequeña localidad como la nuestra donde debe prevalecer el dialogo y la comprensión, por lo que antes de construir “lomos de burro” no reglamentados, se debería haber hablado con los conductores que provocaron la inquietud en el personal que aprobó construir estos reductores de velocidad. Estos reductores son por lo menos una molestia para los conductores que cumplen con las normas de tránsito, y encuadran cierto riesgo por no estar señalizados, además de no solucionar el problema que originó su construcción.
I.S.

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