Llegó la ‘nueva generación’ a la Corporación de Comercio

Nicolás Sabbatella es el nuevo presidente de la Corporación de Comercio de Patagones. El hijo de Félix, uno de los máximos referentes que tuvo la entidad, intentará junto a otros jóvenes y nuevos emprendedores volver a tener el protagonismo que la organización perdió en la última década.

De todas maneras la Comisión Directiva no quedó totalmente conformada, a la espera de la llegada de más interesados en trabajar para esta Cámara empresarial local.

Sabbatella contó con el respaldo de otro joven comerciante local, Leo Schattmann, para visitar a sus pares a efectos de accionar a favor de un recupero de la Corporación.

La entidad tiene apenas un puñado de socios que abonan sólo 20 pesos por mes cada uno, lo que apenas alcanza para abonar las cargas sociales de la única empleada administrativa que poseen.

Si bien alcanzó a ser una de las organizaciones más poderosas y representativas de la ciudad –llegando a tener en sus manos la Dirección de Producción del partido- el alejamiento de Félix Sabbatella afectó muchísimo. La salida del veterano dirigente demostró que se trataba de una gestión que –por varias razones- llevó adelante con la colaboración de unos pocos.

Con el correr de los años la institución se aisló aún más de los comerciantes de Patagones, manteniendo la posición de sus céntricas y bien ubicadas instalaciones con el alquiler de las mismas.

Hace unos pocos años Raúl León (empresario del rubro lácteo) se hizo cargo con la intención de ‘revivir’ la entidad, pero no le fue demasiado bien.

En el 2007, por ejemplo, conformaron una comisión especial destinada a normalizar la Corporación. La misma estuvo presidida por Julio Montenegro. El secretario normalizador era el propio León. La entidad hacía seis años que se encontraba acéfala.

Esta vez fue la ‘nueva sangre’ la que decidió tomar la conducción de la Corporación con el fin de ubicarla en el lugar en el que supo estar. Ahora deberán demostrar que pueden hacerlo e incluir a muchos comercios que nunca se sintieron representados.

Fuente: Diario La Palabra