LEVANTEMOS NUESTRAS VOCES EN CONTRA DE LA MINERIA:100 MILLONES DE LITROS DIARIOS DE AGUA CONSUME UNA MINA
Mientras que muchos argentinos carecen de agua potable, y otros tienen un suministro en cantidades insuficientes con prolongados cortes, se permite que empresas extranjeras consuman millones de litros de este elemento vital para la vida, llevándose nuestras riquezas y dejando solo contaminación del medio ambiente.
Una es la adhesión provincial a la ley nacional de Glaciares, la que además de ser innecesaria, resulta un precedente negativo debido a que es insuficiente, vacía de contenido y que, además, abre la puerta a la zonificación del territorio provincial en “áreas protegidas” en la región andina, y “áreas de sacrificio” en la meseta, propiciando así actividades dañinas como la megaminería en zona de ambientes periglaciales. Río Negro debe tener una ley de protección de glaciares propia, como he insistido a través de la propuesta que presenté en el 2010, pues la riqueza y diversidad hídrica que tenemos en nuestro territorio requiere de mayores precisiones y previsiones, declarando a glaciares como cosas fuera de comercio, entre otros puntos importantes de la iniciativa que han recibido el apoyo de un gran número de organizaciones sociales, ecologistas y referentes políticos de todo el país.
Pero puede decirse que el retroceso histórico provincial más importante en materia ambiental, es la derogación de la ley 3891 que impedía en Río Negro la actividad minera metalífera a cielo abierto con uso de cianuro y/o mercurio. Nunca gobierno alguno impulsó en Río Negro una ley tan retrograda. A partir de ahora, el bien protegido por la llamada ley “anticianuro”, el ambiente, los bienes naturales vitales como el agua, la tierra, el aire, han quedado a merced de los intereses de las empresas mineras que, como sucede en algunas provincias argentinas, han provocado graves daños en la salud, la calidad de vida, las actividades económicas regionales, afectando irremediablemente el agua y la vida de varias poblaciones cordilleranas y pre cordilleranas.
La denominada ley anticianuro fue un logro de las organizaciones sociales que, en el año 2005 y por impulso de las asambleas regionales, lograron la aprobación de esta iniciativa. Fue posible entonces poner freno a la explotación minera que acechaba en el proyecto Calcatreu, en la línea sur rionegrina, a partir de una presentación ante el Superior Tribunal de Justica que consideró que estaban comprometidos los derechos y garantías de las comunidades originarios, el medio ambiente y el hábitat de aquellas, vulnerando tratados y convenciones internacionales que le dan fundamento.
Con la derogación de la ley, no será posible poner freno de manera formal a las inversiones megamineras con uso de cianuro, por lo que el actual gobierno provincial está exponiendo a la población rionegrina a la violación de derechos consagrados en la Constitución Nacional y provincial, como son los derechos de los pueblos originarios, así como al derecho a un ambiente sano y la aplicación del principio precautorio de la ley nacional del ambiente.
Las graves consecuencias que tendrá esta medida, abriendo las puertas a la megamineria contaminante, serán tanto ambientales, sociales y económicas afectando seriamente el futuro de las poblaciones más afectadas.
Antecedentes venenosos
El parlamento Europeo pidió a la Comisión de la Unión Europea que: “proponga la prohibición completa del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro en la Unión Europea antes de finales de 2011, puesto que es la única forma segura de proteger nuestros recursos hídricos y ecosistemas de la contaminación …”. Esta declaración muestra a las claras la preocupación que existe luego de 25 años de explotación minera con cianuro y más de 30 accidentes con vertido de cianuro que han afectado seriamente los ecosistemas europeos. Me pregunto: ¿Todavía tiene sentido impulsar la megamineria con uso de cianuro en Rio Negro? ¿Cree la omnipotencia que puede manejar las consecuencias?
El bien vital más afectado es el agua, pues el proceso para la recuperación de metales requiere un consumo desproporcionado de este bien sustancial para la vida. Solo la mina Bajo la Alumbrera consume 100 millones de litros diarios. A la reducción de las napas freáticas locales, los glaciares, los ríos y otras fuentes de provisión del agua se suma a la contaminación por la falta de tratamiento de las aguas usadas.
La contaminación se produce por el drenaje ácido de la minería – cuando grandes cantidades de rocas son excavadas y que los sulfatos que contienen entran en contacto con el agua; por metales pesados (arsénico, plomo, cobre, zinc, etc) que se hallan en las rocas; por agentes químicos usados por las empresas mineras, como el cianuro y el ácido sulfúrico – cuando se derraman o se trasladan de un sitio minero a un curso de agua cercano.
Explica un trabajo titulado IMPACTO DE LA GRAN MINERÍA SOBRE LAS POBLACIONES LOCALES EN ARGENTINA - realizado por Juliette RENAUD, asesora del Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel (Julio 2008), en relación a las consecuencias de la contaminación: “Los Pobladores de Jáchal (San Juan) hicieron analizar muestras del río: “en mayo del 2005, sus aguas tenían 69 miligramos de arsénico por litro, unos 19 más que lo permitido. Un año después, con el proyecto Veladero a pleno, tenía 260 miligramos por litro en el río, y el agua potable 120 miligramos”. En Ranchillos (Tucumán), se comprobó la contaminación de las aguas del canal de desagüe DP2, adonde se vierten los efluentes de la planta de filtrado del concentrado de mineral del yacimiento Bajo La Alumbrera, en Catamarca (daño ambiental por el cual está procesado el vice-presidente de esta compañía minera).”
Los metales pesados y las sustancias químicas usadas provocan desequilibrios en los ríos y otras fuentes de agua de las que se abastecen las comunidades locales, con lo cual, la contaminación llega a los humanos y a la fauna. En este tipo de minería, el daño en la salud de las personas es inmediato.
Agrega el trabajo citado que en Abra Pampa, un pueblo de unos 14 000 habitantes en Jujuy, las adolescentes de 16 años parecen tener solo 9. “Se debe al proyecto minero de la empresa Metal Huasi, el cual dejó huellas profundas en los pueblos aledaños. Así, 25 años después del abandono de esta explotación de plomo, quedó una montaña de escoria de unas 10 000 toneladas de metal, que sigue contaminando el aire. En 2007, un estudio de la Universidad de Jujuy reveló que el 81% de los niños de este pueblo tiene plomo en la sangre en cantidades dañinas para su salud. Mientras que en Argentina los límites máximos son de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre, otros países bajaron esos límites, ya que se considera que a partir de 5 microgramos los chicos tienen daños neuromadurativos. De todas formas, los niños de Abra Pampa están muy arriba de esos niveles, con cantidades de plomo en la sangre superiores a 20 o 40 microgramos. Las consecuencias son muy graves: problemas de crecimiento y de desarrollo del coeficiente mental, enfermedades de la piel, etc. La pregunta es: ¿que pasará si entra en funcionamiento la mina Navidad en Chubut, uno de los yacimientos de plata y plomo más grande del mundo?”, se pregunta la investigadora. Y en Rio Negro, ¿cree acaso el gobierno que nos vamos a salvar con la conformación de una Consejo Provincial de Evaluación Ambiental Minera?
La minería metalífera a cielo abierto con uso de cianuro u otras sustancias no solo no crean puestos de trabajo, como suelen prometer las empresas, sino que destruyen los ya existentes, pues reduce el agua disponible para otras actividades productivas como la agricultura o la cría de animales.
La falta de agua, su contaminación, la contaminación del suelo y del aire van haciendo desaparecer las actividades económicas pre existentes. Según el mismo trabajo de investigación, la localidad de Santa María (Catamarca) perdió el 40% de su agua y el 70% del sector agropecuario de este departamento dejó de producir por falta de agua. Por la contaminación del agua y el pasto se enferman o mueren animales de cría y también se afecta a los alimentos que se derivan de los animales, como son la leche y la carne. En las comunidades Kollas del norte argentino se registraron gran mortandad de animales que mueren envenenados con síntomas muy extraños; y este panorama se reproduce en toda la cordillera cuando se instalan estos mega proyectos.
En síntesis, el balance es muy negativo y ante esta evidencia ya no tiene sentido tapar el sol con el dedo y creer que el hambre de ciertas regiones se va a remediar instalando este tipo de minería con cianuro. Es una mentira que no debemos creernos los rionegrinos.
Derogar la ley “anticianuro” es retrogrado y regresivo para el ambiente.
El principio de progresividad en materia ambiental que se encuentra en la ley General Del Ambiental 25675, es violado a partir de la derogación de la ley “anticianuro”. La interpretación de este principio por parte de los Juristas, es que “… la progresividad implica que el esfuerzo hecho por el Estado en cuanto a la protección del ambiente no puede disminuir, sino que debe ser cada vez mayor, sobre todo a la sazón de las reglas derivadas de los instrumentos internacionales de derechos humanos (art. 75 inc. 22 CN).”
Por lo tanto, el Estado rionegrino debe garantizar la progresividad de los derechos protegidos, no su regresividad. Cuando se han fijado condiciones para proteger un derecho, en este caso a un ambiente sano prohibiendo el uso de cianuro, este no puede retrotraerse, debe, por el contrario, avanzar en su objetivo. La derogación de la ley implica “volver hacia atrás”, volver a la desprotección del bien jurídico protegido.
El principio de No regresividad está establecido en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PDESC) firmado por nuestro país, por lo tanto la derogación viola principios y derechos consagrados.
Conclusión:
La desacertada decisión del gobierno provincial, lejos de contribuir a la paz social, por el contrario, está sentando las bases del conflicto social, pues se impone a los ciudadanos una actividad que no respeta los derechos antes reconocidos, y además, se desoyen las voces de las organizaciones sociales alertando acerca de esta actividad extractiva que solo ha generado devastación ambiental y social a lo largo del país.
Fuente: Patagones Noticias/ Info Stroeder
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Dalmina Aguines -