Las comunas bonaerenses en emergencia económica (Scioli mira para otro lado)
En Necochea y Chascomús los intendentes impulsan la declaración de Emergencia Económica, mientras la Provincia sale al auxilio de otros municipios. Hay también problemas en Benito Juárez, Azul, Junín y Lujan
Los 134 municipios bonaerenses debieron comenzar un proceso de reestructuración de sus deudas y por ello la mayoría de los jefes comunales salió a buscar urgentes soluciones para lograr “zafar” de la situación de emergencia que los aqueja . Hay excepciones, pero por lo general este problema afecta tanto a comunas del interior provincial como del conurbano bonaerense.
A principios de Noviembre del año pasado, un grupo de jefes comunales de la Provincia se dirigió al Gobernador Daniel Scioli para expresarle la difícil situación económica que atraviesan sus municipios. Allí le reclamaron que se cumpla con el Fondo Compensador contemplado en la ley de Reforma de los Ingresos Brutos, por el contrario deberían declarar la Emergencia Económica
A fines de diciembre, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino advirtió que no se detendrán las obras públicas ni las inversiones en seguridad, pese a la deuda del gobierno bonaerense con el municipio.
“No vamos a detener las obras públicas ni las inversiones en seguridad porque fuimos elegidos para mejorar la calidad de vida de la gente, aunque el gobierno provincial nos deba mucho, demasiado dinero”, declaró ante la prensa el Jefe comunal de Malvinas Argentinas.
Hay varios factores que llevaron al rojo a los municipios bonarenses, más allá de la deuda que la Provincia tiene con varios de ellos.
Por un lado, se registra una dura y creciente caída en la recaudación de las tasas municipales, que afecta con particular intensidad a la tasa vial (pagada por los dueños de campos) y a la que pagan las empresas (Seguridad e Higiene), y con menor alcance, a la tasa de servicios urbanos.
A esto debe sumarse las mejoras salariales otorgados durante el 2011 a los agentes municipales y un constante aumento de servicios e insumos de la mano de un proceso inflacionario que recién ahora parece estar frenándose.
Pero hay más señales de los problemas de caja de las intendencias. Varios jefes comunales del Conurbano y del interior realizaron un balance económico sobre su situación financiera. Los informes le fueron entregados al titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), el Intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra para que tramite ayuda nacional y bonaerense. Allí se advierte que algunos distritos chicos cerrarán con un déficit, en principio, de $ 4 millones, mientras que en municipios más grandes llegarían a $ 10 millones.
Por ahora el gobierno provincial, solo decidió realizar el refinanciamiento de deudas anunciado por el gobierno nacional, de manera que prorrogará por dos años más el pago de compromisos de los municipios con el Estado bonaerense.
En al menos 3 municipios, los intendentes impulsarán o prorrogarán ordenanzas para declarar el estado de emergencia económica para hacer frente a los inconvenientes financieros en muchos casos derivados de las problemáticas transiciones de gobierno que se realizaron el mes pasado.
En tanto, el gobierno bonaerense salió a brindar auxilio financiero a otros municipios donde los intendentes se encontraron, tras el traspaso de mando, con abultadas deudas heredadas de las gestiones anteriores.
En Chascomús y Necochea, los intendentes anunciaron que enviarán a los concejos deliberantes proyectos para declarar la emergencia económica, mientras que en Luján el municipio prorrogará y ampliará la dictada en el año 2008.
En Chascomús, el intendente radical Juan Gobbi dijo haber heredado de su antecesora, Lilian Denot, también de la UCR, una "deuda flotante" que ronda "los diez millones de pesos" por lo cual convocará a sesiones extraordinarias para sancionar la emergencia económica.
"El decreto ya está en el despacho, lo vamos a mandar al Concejo Deliberante para una sesión extraordinaria", dijo el mandamás chascomusense.
Las miradas de Gobbi se centraron en la administración Provincial antes que en su antecesora en el cargo.
Concretamente, acusó una merma en lo que recibe el distrito en cuanto a coparticipación.
En números redondos, antes teníamos un índice coparticipable de 0,71% y ahora ese índice es de 0,59%", dijo, según recalca un diario local.
En tanto, en Necochea la situación financiera presenta problemas similares, aunque con un trasfondo político diferente. Allí, el kirchnerista Horacio Tellechea asumió y disparó fuertes denuncias contra su antecesor, el radical Daniel Molina a quien acusó de haber dejado al municipio con un déficit de 57 millones de pesos.
El actual jefe comunal incluso amenazó con llevar adelante acciones penales contra el ex intendente. Molina respondió acusando a Tellechea de querer justificar la imposición de la emergencia económica para el distrito.
En las últimas horas trascendió que el intendente solicitó al Concejo Deliberante que declare al municipio en estado de emergencia económica, ambiental y sanitaria por dos años, pese a haber recibido aportes de 4 millones de pesos para pagar sueldos municipales.
En Luján, la herencia también se reportó "pesada". El vecinalista Oscar Luciani agradeció a la saliente intendenta Graciela Rosso su buena predisposición para la transición, pero también reprochó un alarmante estado de las cuentas.
Por ende, admitió, irá por la sanción de la emergencia económica, que, dijo, "va a ser una de las medidas que va a dictar el departamento ejecutivo".
En tanto, en Benito Juárez, el intendente Julio Marini no pudo hacer frente al pago de los sueldos correspondientes a diciembre por la difícil herencia financiera que dijo haber heredado, con una deuda que supera los 11 millones de pesos.
Con un adelanto del Tesoro Provincial de 1.5 millones, el gobierno bonaerense debió salir al auxilio del flamante intendente de Azul, José Inza, quien dijo haber heredado una deuda flotante de 25 millones de pesos.
Mario Meoni de Junín advirtió que “tenemos fuertes complicaciones, nos han aumentado los costos y no hemos podido modificar las tasas. Tenemos los ingresos congelados y retracción en algunos casos, además del aumento del costo de proveedores”.
Las alternativas en estudio para rescatar a las comunas con mayores problemas serían básicamente tres. La administración provincial les otorgaría adelantos de la coparticipación de impuestos. Se anticiparía, a cuenta, no más de un mes de esos fondos para que puedan contar con plata fresca que les permita afrontar sus obligaciones sobre el cierre del presente ejercicio. Por otra parte se evalúa que a los municipios con rojos insalvables, se les concederían Adelantos del Tesoro Provincial (ATP); fondos que, como los ATN de la Nación, funcionan en la práctica como subsidios, ya que no deben ser devueltos ni son descontados de la coparticipación.
Y finalmente, algunos intendentes, evalúan diferir los pagos a proveedores para poder reunir el monto necesario para poder terminar de abonar, en algunos casos, sueldos del mes de diciembre y aguinaldo complementario.
Pero no sólo está en terapia intensiva Buenos Aires. También las provincias están complicadas: Santa Cruz, Neuquén, Jujuy, Mendoza y Córdoba también están preparándose para un año sumamente conflictivo.
El Diario de Río Negro publicó una editorial en la explica al dedillo la situación en el sur del país.
El estallido en Río Gallegos de la semana pasada da cuenta de ello y así lo explican: "Como los episodios violentos en Santa Cruz que obligaron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a postergar su viaje a Río Gallegos acaban de recordarles, cualquier intento de privar a estatales de lo que suponen son derechos definitivamente adquiridos será tomado por una provocación intolerable por quienes tienen motivos para temer verse perjudicados por los cortes".
Y continúa: Sin embargo, cuanto más demoren los gobernantes a reducir el gasto, más traumáticas serán las consecuencias cuando finalmente se encuentran forzados a hacerlo y más contundente será la reacción de los afectados.
Puesto que son muchas las provincias en las que será necesario llevar a cabo ajustes severos, es de prever que pronto se producirán más estallidos como el que hizo del centro de Río Gallegos el escenario de una auténtica batalla campal y que provocó el virtual colapso del gobierno de Daniel Peralta que se vio abandonado a su suerte por la gente de La Cámpora que, claro está, no quiere pagar nada por los platos rotos.
Por cierto, sorprendería mucho que los habitualmente combativos estatales rionegrinos se negaran a solidarizarse con los despedidos a causa de la ley de Emergencia Institucional Económica, Financiera, Administrativa y Social que se ha promulgado para hacer frente a una crisis imputable a la irresponsabilidad crasa de la gestión radical.
También están preparándose para un año sumamente conflictivo las autoridades de las provincias de Neuquén, Jujuy, Mendoza, Córdoba y, desde luego, Buenos Aires, donde el gobernador Daniel Scioli está en la mira de los kirchneristas más agresivos, mientras que en la Capital Federal el "redireccionamiento de subsidios" está por reducir drásticamente el poder de compra de porteños acostumbrados a abonar tarifas irrisorias para el gas y electricidad que consumen.
Aunque la presidenta Cristina, el ahora vicepresidente Amado Boudou y otros voceros gubernamentales ya han comenzado a atribuir los problemas económicos que están multiplicándose a lo que está sucediendo en Europa, Estados Unidos y otras partes del mundo, las declaraciones oficiales en tal sentido no son nada convincentes.
La mayoría no puede sino entender que, como en tantas otras oportunidades, el gobierno nacional apostó a que los buenos tiempos se perpetuarían, de suerte que no tendría que preocuparse por el futuro, motivo por el que aumentó de manera explosiva el gasto público, alimentando así el boom de consumo que tanto contribuyó a su popularidad.
Por lo demás, cometió el error estratégico de afirmar una y otra vez que nunca jamás se le ocurriría ajustar, con el resultado que no puede reclamar más disciplina con alusiones a los sentimientos patrióticos de la mayoría como están haciendo los mandatarios de países como España, Italia, Grecia y Portugal, ya que el "ajuste" no tiene cabida en el relato triunfalista del kirchnerismo.
Mal que nos pese, la historia económica de la Argentina ha consistido en una sucesión de períodos de auge que terminaron abruptamente.
Muchos gobiernos, incluyendo a los encabezados por Juan Domingo Perón, Carlos Menem y los Kirchner, consiguieron convencerse de que por fin contaban con un "modelo" que garantizaría el crecimiento rápido sostenible.
Todos los "modelos" de antes terminaron mal, y no existe razón alguna para suponer que el reivindicado con tanta pasión por Cristina resulte ser una excepción a esta regla deprimente.
Por el contrario, al aprovechar una etapa de vacas engordadas por los precios altos de las exportaciones agrícolas y también por la voluntad oficial de aprovechar todas las fuentes de financiamiento a su alcance, como las aportadas por los fondos jubilatorios privados y el Banco Central, el gobierno ha creado una situación que amenaza con írsele de las manos en cualquier momento.
Fuente: Urgente 24
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