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LOS GREMIOS OPOSITORES SE QUEDAN EN EL CONSEJO PERO EXIGEN APERTURA

LOS GREMIOS OPOSITORES SE QUEDAN EN EL CONSEJO PERO EXIGEN APERTURA

 

LOS GREMIOS OPOSITORES SE QUEDAN EN EL CONSEJO PERO EXIGEN APERTURA

Moyano mostró su panza, se disculpó ante los Gordos y comieron perdices

"Nunca vamos a estar contra los trabajadores", expresó el líder de la CGT en un acto en su apoyo mientras los gremios opositores definían si se iban del Consejo Directivo. Al final, se quedaron pero pidieron cambios en el modo de conducción.

 

Luego de entonar el himno nacional y la marcha peronista, flanqueado de los líderes de los gremios leales a su conducción, todo hacía prever que Hugo Moyano comenzaría a descargar su verborragia contra los “gordos” desde la Confederación General del Trabajo (CGT), donde encabezó un acto para demostrar que su poderío continúa intacto. Pero en un tono conciliador, el camionero pidió “disculpas” a los sindicalistas rebeldes que amenazaban con irse del Consejo Directivo de la central por el "personalismo en el modo de conducirla" y los invitó a que “vuelvan, les abrimos los brazos”.

Ante la posibilidad de una fractura en la central obrera, Moyano destacó su “defensa” de los intereses de los trabajadores. “La CGT no somos los dirigentes, son los trabajadores. Quizá tengamos pocas virtudes, pero tenemos una: tengan la seguridad de que jamás vamos a hacer nada en contra de los trabajadores; estemos todos los dirigentes o algunos pocos”, remarcó.

Con un discurso claramente conciliador, el líder de la CGT se mostró permeable a la participación de todos los gremios y sotuvo que "no hay impedimentos para plantear lo que se crea necesario" porque "somos abiertos, tenemos nuestras personalidades, que a esta altura no podemos cambiar".

En tanto, mientras Moyano brindaba su discurso, los "Gordos" analizaban cómo seguir con su estrategia de poder en una cumbre en la sede del sindicato de Sanidad. En un momento, el camionero se dirigió a ellos y les pidió que retrocedan en sus intenciones de fracturar a la central obrera. “Que dios ilumine a los compañeros que se hayan sentido molestos. Si hemos cometido algún error, les pido disculpas. Pero que vengan a la CGT; les abrimos los brazos”, invitó antes de cerrar su corta pero contundente alocución.

Al finalizar el acto, fue el turno de los opositores: "No nos vamos de la CGT, no hay ninguna fractura en la central", dijo el titular de la UPCN, Andrés Rodríguez. "Ratificamos nuestra pertenencia absoluta; sólo hemos cuestionado la conducción personalizada", no obstante, "no vamos a volver al Consejo directivo" hasta tanto no "cambie" el estilo de conducción del jefe de la central obrera. "Lo que hemos cuestionado es una metodología y queremos que cambie", dijo Rodríguez en una conferencia de prensa junto Gerardo Martínez (UOCRA) y Armando Cavalieri (Comercio).

Por su parte, Martínez desestimó también la ruptura al reconocer que, a diferencia de los últimos cruces, existe "un ambiente diferente" y pronosticó que en el futuro se va a dar el encuentro entre el sector encabezado por Hugo Moyano y "Los Gordos". "El encuentro se va a dar, en una mesa colegiada", afirmó, sin precisar fechas.

En Sanidad, ubicada en la calle Dean Funes al 1200, además del dueño de casa, Carlos West Ocampo, también estuvieron José Pedraza (Unión Ferroviaria) y los "independientes", encabezados Rodríguez. En tanto, el acto organizado por Moyano contó con apoyo del fiel Sindicato de Camioneros, que marchó hasta la calle Azopardo, pero también de los mecánicos de SMATA (José Rodríguez), los peones de taxis de Omar Viviani, judiciales y textiles “autoconvocados”. También movilizó su aparato el titular de los empleados de Judiciales, José Piumato, entre otros.

Durante la mañana, el secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, había anticipado que los "Gordos" abandonarían el Consejo Directivo, pero aseguró que "de ninguna manera" conformarían una central obrera paralela.

La tensión entre ambos sectores había puesto en alerta máxima al Gobierno, que movilizó a la mitad del Gabinete para evitar la ruptura. El ministro de Planificación, Julio De Vido, el principal interlocutor del Ejecutivo con los gremios, intentó convencer a varios de los complotados. También hicieron gestiones el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.

Para el Gobierno la concreción de una nueva fractura en la central obrera habría significado un golpe mortal para el Consejo Económico y Social. Los empresarios ya habían adelantado que será inútil la convocatoria sin la participación de sindicatos como Comercio, UOCRA y Sanidad.

 

Fuente: Critica Digital

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