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Faltan camas en todos los hospitales de Bahía Blanca

Faltan camas en todos los hospitales de Bahía Blanca

LAS INTERNACIONES DOMICILIARIAS SERIAN UNA SOLUCION, AUNQUE EL SISTEMA NO LO PERMITE.

LA SALUD, DEBERÍA SER UNO DE LOS TEMAS PRINCIPALES EN LA AGENDA DE LOS POLÍTICOS DE TURNO, PERO EN LOS HECHOS SE OBSERVA  DESINTERÉS Y DESINVERSIÓN.

* La expectativa de vida creció y cada vez más pacientes ocupan lugares en todas las áreas de los sanatorios, los que, a su vez, no han acompañado esta necesidad con ampliaciones de relevancia. * En el caso del Penna, la demanda aumentó cuatro veces desde 1985. En el Municipal aseguran que se requiere el doble de camas. El Hospital Militar comenzará a albergar a algunos pacientes.


  • Cecilia Corradetti ccorradetti@lanueva.com

 

     La falta de camas en áreas de internación clínica constituye hoy la principal problemática de todos los hospitales de nuestra ciudad.
     Distintas causas, tales como el incremento en la expectativa de vida, mayor cantidad de tratamientos y aumento poblacional, entre otras, ocasionan que los servicios de internación se encuentren colapsados.
     Algunos de ellos, como los crónicos o ancianos, por ejemplo, ocupan plazas que, a la postre, terminan limitando lugares para casos urgentes.
     Este crecimiento en la demanda no fue proporcional a las ampliaciones en los distintos sanatorios.
     Directivos y referentes médicos consultados dieron su visión reflejando, en todos los casos, la necesidad de implementar en Bahía Blanca la modalidad de internaciones domiciliarias, algo que definitivamente no se cumple, al menos en la esfera pública.
     Lo cierto es que durante los últimos días los hospitales locales literalmente no contaron con camas disponibles para internaciones, situación que derivó, en algunos casos, en severos contratiempos.
     El panorama, de acuerdo con las autoridades consultadas, afecta a los hospitales Municipal, Español, "Dr. Felipe Glasman", Privado del Sur, Clínica "Dr. Raúl Matera", Italiano y al propio Interzonal Penna.
     El caso del Municipal se dio a conocer días atrás, cuando el subjefe del servicio de internación clínica, doctor Horacio Romano, reconoció que se requiere al menos el doble de las 40 camas con que cuenta actualmente el área.
     Según dijo, para que una internación funcione de manera óptima "no debe tener ocupadas más del 70% de las plazas. A diferencia de esa cifra, estamos trabajando con un 100%; a veces con un 95 y otras con más del 100".
     Si bien el doctor Roberto Santiago, director del hospital comunal, fundamentó poco después que el aumento en la cantidad de plazas no solucionaría la problemática, el desborde existente no deja de ser una realidad.
     Quedó demostrado con un convenio próximo a firmar entre el Municipal y el Hospital Militar, por medio del cual éste último albergará a la franja conformada por pacientes crónicos o ancianos. El fin no es otro que descomprimir.
     "Se advierte un incremento en la cantidad de pacientes longevos y en su tiempo de internación. Pareciera que el mensaje es que se requieren más camas, aunque tampoco sería la solución, ya que si se incorporan 10 se ocuparán las 10 y lo mismo con 20 o 30 unidades más", aseguró Santiago.
     El doctor Fernando Carignano, jefe del servicio de Cirugía General del Penna, sanatorio que recibe a pacientes de una amplia zona de influencia, comentó que hoy se cuenta con menos camas que en la época en que se inauguró el nuevo edificio, en 1985.
     Esto fue producto, entre otras cuestiones, del cierre del Neuropsiquiátrico "Dr. Diego Bereilh", que obligó al traslado de los pacientes al sector de Neumotisiología (sala V del viejo edificio) y, consecuentemente, a hacer lo propio con los pacientes pulmonares a las salas de internación del actual establecimiento.
     "Con esta maniobra se perdieron 24 camas de internación general. Además, se debe adicionar que alrededor del 10% de las restantes están clausuradas por distintas razones, siendo la principal la falta de un mantenimiento adecuado", expresó el facultativo.
     A su vez, la cantidad de quirófanos, camas de la unidad de Terapia Intensiva y otros servicios de apoyo poseen el mismo número y disponibilidad que hace 27 años.
     Carignano sostuvo que la concurrencia y demanda de pacientes desde esa fecha a la actualidad "se cuadriplicó".
     "Este incremento es fácil de demostrar, por ejemplo, en el servicio de Emergencias, en el cual, además, se multiplicaron las exigencias. Los actos de violencia son de público conocimiento", añadió.
     Así las cosas, indicó, el servicio de Cirugía de ese hospital posee un centenar de pacientes en lista de espera para cirugías programadas.
     Según el profesional, que se desempeñó durante 10 años como secretario general de la Asociación Médica de Bahía Blanca, este déficit es producto de dos puntos principales.
     Por un lado, la falta de inversión en función de la demanda de la población, así como errores en la asignación del gasto, ya que se financia lo que favorece a pocos y es de alto costo --como la fertilización asistida o la cirugía cardiovascular-- y lo contrario con la patología de mayor incidencia.
     "Está claro, a esta altura, que el dinero no alcanza para las dos cosas", aseguró.
     El servicio de Cirugía cuenta con dos quirófanos disponibles los lunes, miércoles y viernes, y se requiere al menos uno más por cada día, según dijo.
     Asimismo, manifestó que las camas de Terapia Intensiva deberían incrementarse y superar el número actual de 8 unidades.
     "Hay internaciones necesarias que deben derivarse o posponerse cirugías complejas debido a esta carencia", graficó.

Sin cobertura social. Carignano agregó que si bien es cierto que hoy las internaciones se extienden por menos tiempo, las camas del sector estatal disponibles no alcanzan para asistir el 48% de la población no cubierta por la seguridad social, de acuerdo con estadísticas del ministerio de Salud de la Nación.
     "Las salas médicas municipales, bien distribuidas, son mal usadas, a mi criterio, como consultorios, sin considerar la integralidad que requiere la Atención Primaria de la Salud, es decir, equipos multidisciplinarios que trabajen en barrios, consecuentemente, sin esperar la concurrencia cuando la gente se enferma sino procurando evitar que eso suceda", continuó.
     Indicó que algo similar ocurre con la internación domiciliaria, que permitiría disminuir la afluencia a los hospitales por afecciones de tratamiento clínico.
     "Es necesario montar equipos de asistencia que se ocupen de ello, cosa que hasta ahora no ocurre", advirtió, para señalar que esta situación no es culpa de los directores de los hospitales.
     "Pero de continuar este status quo , a la comuna no le alcanzará el dinero para sostener su hospital. Si el Penna se restringe, el Municipal tendrá más demanda y, como las autoridades son locales, es más fácil el reclamo", reflexionó.

     El doctor Carignano expresó que el recurso humano, principalmente de enfermería, es otro defecto severo pues se ve un déficit rotundo del personal que dificulta habilitar más camas o ámbitos de servicio en los hospitales.


Todo el año

     El subjefe del servicio de internación clínica del Hospital Municipal, doctor Horacio Romano, aseguró que la problemática excede el pico estacional, ya que se advierte los 365 días del año, y recordó que el número de camas en el sanatorio comunal (137) no sufre modificaciones desde los últimos 20 años.

Encima, escasez de enfermeros

     "En el Reino Unido, por ejemplo, hay tres enfermeras por médico. En Argentina es al revés: tres médicos por cada enfermera. Con esta diferencia huelgan las explicaciones. Cierto es que con la creación de la Escuela de Enfermería de la UNS y otras privadas aguardamos que esta falta se reduzca en un lapso aceptable", señaló Fernando Carignano, jefe del servicio de Cirugía General del Penna.

¿Qué es atención domiciliaria?

     Este sistema posibilita que el paciente reciba, en su propio domicilio, la misma atención que en un hospital durante el período de su enfermedad. Es decir, que la persona sea atendida por médicos y enfermeras en su casa, además de proporcionarle suero, antibióticos y toda la medicación que requiera. La internación domiciliaria no debe confundirse con cuidados domiciliarios.

Desborde en todos los sectores

     En el caso del Hospital Español, más allá de las plazas del primero y tercer piso, además de terapia intensiva, las 10 camas de la guardia se mantienen ocupadas, generando situaciones complejas, como pacientes graves que deben permanecer en ese sector.
     "Realizar obras de ampliación y aumentar el número de camas va de la mano con los recursos y es sabido que la situación económica no es holgada", analizó el director, Jorge Alfredo Fernández Lovell.
     Reconoció que el envejecimiento poblacional es un tema clave en esta problemática, a la que debe sumarse la falta de conciencia de la comunidad respecto de acudir a los servicios de emergencias por temas banales.
     "Teniendo en cuenta todos estos aspectos, contamos con una guardia que es una unidad de emergencia muy parecida a terapia intensiva, habilitada con laboratorio, rayos X y banco de sangre. Desde allí, el paciente pasa a internación prácticamente con todos los controles realizados", sostuvo.
     No obstante, reconoció que el flujo de pacientes es incesante y que nada alcanza para cubrir esa demanda.
     "Es una lotería. A veces no tenemos tregua; otras estamos más aliviados, pero los últimos días fueron de muchísima demanda, como sucede cada vez que hay un feriado", puntualizó.
     Dijo que si bien se han hecho campañas para no acudir a los servicios de emergencias, no se advierte un cambio de conciencia.
     "Somos cabecera de pacientes de Pami y la sobrecarga se nota", expresó, para especificar que el feriado del 8 de octubre "todo el mundo se acordó de que existimos".
     "Tanto nuestro hospital como el Municipal se vieron colapsados, tal vez porque las unidades sanitarias no funcionaron", expresó.
     Fernández Lovell hizo especial hincapié en la cantidad de feriados que se sucedieron durante este año.
     "Eso conspira con la cuestión económica, porque durante 19 días habrá que pagar al personal al 100% su tarea. Si lo nuestro fuese un patio de comidas sería genial, pero las instituciones dedicadas al arte de curar deben pagar sumas siderales para mantener en funcionamiento estos lugares", diferenció.
     "Esto provoca que ese `colchón’ de dinero no pueda distraerse para otras cuestiones, como una ampliación", fundamentó.
     Aclaró que los coletazos del invierno también se hacen sentir en las internaciones, más allá de que en la actualidad se ven patologías que antes no existían.
     De cualquier modo, justificó que el sanatorio habilitó un espacio que presta un servicio fundamental para afiliados al Pami.
     "Sin ser un geriátrico ni un lugar para agudos, se trata de un espacio de rehabilitación donde se emplazan 8 camas que siempre están completas", sostuvo.
     Al mismo tiempo, indicó, se aguarda la puesta en marcha del hospital de día, cuya estructura edilicia está totalmente finalizada. Albergará a pacientes de baja complejidad y contemplará un área quirúrgica y una confortable sala de recuperación.

"La soga al cuello"

     Para el doctor Carlos Deguer, titular de la Asociación Médica, entidad a cargo de los hospitales "Dr. Felipe Glasman" y Privado del Sur, la situación se observa en todos los centros médicos y se agrava con los picos estacionales.
     "Se necesita favorecer las internaciones domiciliarias, sistema que no está bien pago debido a la problemática financiera de las obras sociales", puntualizó.
     Reconoció que el déficit responde al aumento etario y de las enfermedades crónicas, hecho que favorece la sobrecarga tanto en los sectores públicos como privados.
     El doctor Oscar Arias, jefe de internación clínica del HAM, también llamado "Dr. Felipe Glasman", graficó que ese sector trabaja "a cama caliente".
     Las 69 plazas existentes --59, además de cuatro en la guardia y seis de terapia intensiva-- se encuentran prácticamente al 100% de lunes a viernes y con disponibilidad relativa los fines de semana.
     "Se va un paciente y hay dos esperando", ilustró.
     Más allá de la gran población de Pami, que en este caso asignó 18 mil cápitas, este sanatorio ha incrementado su clientela con pacientes de otras obras sociales. Es así que el espacio siempre resulta insuficiente.
     "¿Cuál sería la solución? Creo que multifactorial. El aumento en la expectativa de vida de las personas no es más que el resultado del progreso de la medicina, la capacitación de los profesionales y los avances tecnológicos.
     "¿Quién iba a decir que hoy un paciente de más de 80 años iba a ser sometido a una intervención quirúrgica de cataratas? Muchos, incluso de 90, están lúcidos y con energía. Eso es positivo, pero sin dudas ha generado una sobrecarga para el sistema sanitario", puntualizó.
     Arias coincidió en que las atenciones en los domicilios constituyen la alternativa adecuada, "aunque esa estructura no existe en la ciudad debido a una cuestión meramente financiera".
     El HAM pondrá al servicio, en pocos días más, 10 nuevas camas. Se trata de seis habitaciones --cuatro dobles y dos individuales-- que ayudarán a descomprimir la situación.
     El caso de la clínica de Empleados de Comercio "Dr. Raúl Matera" no escapa a la del resto, admitió su director, Rubén Rodríguez Vidal.
     Pese a que este centro de salud no atiende a enfermos de Pami --la prioridad son los afiliados y luego el resto de las obras sociales-- "se trabaja al 100%".
     "Más camas implican más recursos y la mayoría de los sanatorios tienen `la soga al cuello’", graficó.
     Lo mismo sucede en el Italiano, de acuerdo con lo señalado por su titular, Alejandro Schieck.
     "Siempre hacen falta lugares y los `cuellos de botella’ son habituales. La demanda no tiene tregua. En parte responde a que contamos con cápitas del Pami no sólo de nuestra ciudad, sino de toda la zona", advirtió.


Punto de vista

En carne propia

     A veces hace falta que esos problemas "lejanos" que escuchamos en la calle y solemos ver en la televisión nos toquen en carne propia para poder dimensionarlos.
     Eso fue lo que me sucedió los últimos días, y en forma consecutiva, con tres seres queridos que debieron ser hospitalizados.
     Uno de ellos, que sufrió una fractura y la internación se hacía necesaria para ver su evolución, peregrinó por toda la ciudad hasta conseguir un lugar. Un lugar a medias, porque siempre fue atendido en una guardia.
     El siguiente se trató de una cirugía programada. "Apenas pasadas unas horitas me mandaron a casa porque había otros pacientes esperando por mi cama", me dijo mi amiga, que se operó en el Hospital de la Asociación Médica.
     Pero el caso más grave fue de un familiar que padecía una prolongada enfermedad y que, a la postre, derivó en un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
     El 911 actuó con celeridad y calidad humana. Pero el problema se suscitó cuando no se lograba hallar una sola cama en toda la ciudad, incluido el Hospital Naval de Puerto Belgrano.
     Mientras se debatía entre la vida y la muerte, finalmente se consiguió una cama en un servicio de guardia, donde los profesionales mostraron buena voluntad, más allá de que esta persona necesitaba una atención de alta complejidad.
     Falleció 24 horas después. Y en la guardia.
     Probablemente, por su cuadro irreversible, la misma suerte hubiese corrido en terapia intensiva.
     Pero, claro, uno siempre espera que sus seres queridos se vayan de la mejor manera.

Fuente: LNP/ Info Stroeder

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