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Buenos Aires: Los radicales sueñan con volver al 83

Buenos Aires: Los radicales sueñan con volver al 83

ELECCIONES 2011

El Peronismo, en cualquiera de sus variantes, se apresta a permanecer en el gobierno de la principal provincia argentina, como lo viene haciendo desde la recuperación democrática en 1983. Mientras tanto, la UCR y sus aliados, es decir, el Panradicalismo, se ilusionan con el llamado “efecto Armendáriz”. O sea, repetir la victoria de aquel impensado ganador de la gobernación que sorprendió al vencer a un peronismo en crisis que llevaba como candidato a gobernador a Herminio Iglesias.

El mosaico pejotista

Sucede que el PJ oficial está preparado para consagrar en la interna abierta la reelección de Daniel Scioli. Como sparrings en la interna para convalidar al ex motonauta se anotarían los sub 45 Sergio Massa (cada vez más K) y su aliado, el intendente de La Plata, Pablo Bruera, por estos días dedicado a preparar para el próximo 29 un acto masivo en el Luna Park con apoyo logístico K.

Claro está que, si en el camino Scioli tropieza, Massa, Bruera y Cristian Breitenstein (intendente de Bahía Blanca) no se negarían a reemplazar al Sciolismo.

A su vez, la vedette de la política provincial, Francisco de Narváez, “amaga” con participar de esa misma interna, atacando así simultáneamente los nervios de Scioli y Duhalde y convalidando a Néstor Kirchner. De Narváez también debe decidir si sumará a la muy débil estructura macrista del primo Jorge, más las distintas tribus del Peronismo Federal, como los ex K de Felipe y Das Neves, los duhaldistas de Graciela Caamaño y los históricos de Mauricio Silva, recreando así un “combo ampliado” del triunfo que logró el 28 de junio del 2009. Pero siempre sin los intendentes del conurbano, que siguen sin dar muestras de abandonar el oficialismo.

A todo esto, Ricardo Alfonsín, Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y el cobismo, están entendiendo rápidamente que la simple operación matemática del peronismo dividido les dejaría como saldo a favor apoderarse del Sillón de Dardo Rocha. Y sin despeinarse demasiado.

Por supuesto, éste es el escenario esgrimido por Néstor y compañía (además de la caja y las obras) para persuadir a los díscolos de “ir todos juntos” a la interna abierta del PJ. "Si en el 2011 hay dos peronismos, la provincia se la quedan los radicales y los responsables de esto tendrán que pagar las facturas", ejemplificó días atrás Jorge Landau. Si el grueso de la dirigencia del peronismo bonaerense termina comprando este argumento, podrían aumentar los riesgos de fisuras en el PJ disidente. Allí todos recuerdan el amargo final de la aventura de Potrero de Funes, cuando Jorge Sobisch y Alberto Rodríguez Saá proclamaron sus candidaturas presidenciales, poniendo fin a la mesa que integraban con Carlos Menem y Ramón Puerta.

Pasó el Mundial y ahora llegan las vacaciones: quien no descansa es el kirchnerismo que en su hiperactividad acumula errores pero sigue llevando la iniciativa.

Vale la pena recordar que, así como la indefinición de Julio Cobos generó el crecimiento de Raúl Alfonsín, en el campo peronista, la indefinición acerca de si habrá o no un acuerdo con el kirchnerismo está produciendo confusión en las bases del peronismo disidente. Y esto, a su vez, aleja a los pragmáticos intendentes de cualquier “salto al vacío”.

Fuente: Informador Público

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