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“Entre el cielo y la tierra”; Bahía Unión, Paraíso absoluto, ¿Acaso la tierra prometida?

“Entre el cielo y la tierra”; Bahía Unión, Paraíso absoluto, ¿Acaso la tierra prometida?

 

Una nueva excursión en las ansias locas de querer tocar lo virgen con las manos y con nuestras miradas, nos internamos en la inmensidad de la bahía unión, donde el ruido del motor de nuestra embarcación desentona con la paz y la belleza de un lugar muy poco frecuentado, solamente la habilidad y la viveza de querer llegar nos hace ser casi los únicos en frecuentar el lugar ya casi Olvidado, a no ser por algunos ancianos que recuerdan historias de contrabandistas de cigarrillos, maquinas de escribir y licores, otros no tan ancianos recordamos naufragios de veleros y barcos, algunos hallados y otros no en el misterio de no saber nunca más lo ocurrido.-

Allí estábamos buscando como siempre el lugar de pesca apropiado para conseguir como siempre lo hacemos, la calidad y no la cantidad, no aventuramos un poco más de lo habitual con viento del sudeste y ya casi en mar abierto comenzamos a rastrear con el ecosonda algún lugar que nos indicara mayor profundidad en una bahía que sus profundidades no varían en demasía mas allá de los 50 cm, y a los 20 minutos llegamos a la cercanía del Banco del Perro, y ahí si…. 2 metros más profundo sobre el veril del banco encontramos lo que sería nuestro lugar de fondeo, la marea comenzaba a subir ingresando de manera abrupta en la Bahía Unión y comenzó el pique violento de las corvinas del lugar, un grupo de más de 10 franciscanos merodeaba el lugar  nadando suavemente alrededor de nuestra embarcación, testigos mudos de nuestra pesca de variada, entremezclados con las corvinas salían pescadillas, bagres, gatuzos y algún que otro chucho de más de 14 kg, al llegar a alcanzar las 25 piezas y ya haber colmado la capacidad de traslado de los pescados en nuestra embarcación decidimos arrimar a la playa de arena de la isla Margarita donde Leo armo la vela para su práctica habitual de kitesuf, después de 2 horas surfeando las bajas olas de la Bahía, decidimos pegar la vuelta con la intención de regresar al lugar y a sabiendas de que todavía tenemos mucho para recorrer y disfrutar de la virginidad de nuestros escondites respetando el ecosistema y manteniendo como siempre el lugar tal cual lo encontramos.-

Luis Manuel Carbone

 

 

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