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Agricultores familiares

Sembrar para cosechar
Los agricultores familiares representan dos tercios del total de productores del país, pero su acción es poco difundida en las grandes urbes. Para cambiar el rumbo de la economía hacia una justa distribución de la riqueza y al trabajo como factor de realización de las personas, han organizado asociaciones educativas que los agrupan en la provincia y desde donde implementan distintos programas en pos de su objetivo.
EcoDias dialogó con José Gil, miembro de la Federación que agrupa a la totalidad de asociaciones cuyo objetivo es la Producción Total. Es decir, la producción de valores culturales, además de materias primas y alimentos.

José Gil es uno de los alrededor de ochenta habitantes de la localidad de Miranda, enclavada en el centro de la provincia de Buenos Aires, en el distrito de Rauch. Desde esa realidad integra la Asociación Centro Educativo para la Producción Total (ACEPT), que nuclea a agricultores familiares, trabajadores rurales y pequeños productores en 34 distritos bonaerenses. El segundo grado de agrupación es el de la federación cristalizada en la FACEPT, en cuya estructura participa como secretario de la Unidad Programática. Desde esta división se coordina la capacitación de comunidades rurales de todo el territorio provincial, mediante la articulación de un programa con la Dirección General de Escuelas del gobierno provincial.
"Normalmente, cuando se habla de producir se piensa en leche, granos, carne o huevos", explica Gil a EcoDias. Rompiendo con ese esquema, "la Producción Total es un concepto superador de lo que se conoce como producción, del produccionismo para el consumo -puntualiza-. Lo definimos como el producir cultura, familia y valores además de granos, leche o miel".

Agricultores familiares
Piedra basal de las unidades educativas federadas en FACEPT resultan los agricultores familiares, clase olvidada tanto por los grandes conglomerados urbanos como por las entidades que enarbolaron, a partir del reclamo en torno a la resolución 125, la bandera del sector agropecuario. "Generalmente, los agricultores familiares somos los ignorados del mundo. La mayoría de la gente en nuestro pueblo vive sobre asfalto, y sólo conoce al campo que tiene poder para hacerse conocer de algún modo", opina Gil. "Hay un mundo de productores que nada tiene que ver con aquellos que producen del campo, pero no viven ni del campo ni en el campo siquiera", retrata.
¿Qué significa en este 2009 ser agricultor familiar? "En realidad, ser agricultores familiares es una opción política: la de recuperar un modo de producción y una cultura del trabajo, por sobre la cultura de la renta a que nos han acostumbrado", expone el miembro de FACEPT.
Esta definición alude no sólo a un modo de vivir, trabajar o producir, sino que se ve enmarcada en una determinada concepción de los intercambios económicos. "Nosotros luchamos por una economía social que entienda al trabajo como el eje, por la recuperación del trabajo como parte de la realización de la persona, y no a la renta como el eje de una economía que permite barbaridades como las que está permitiendo en la destrucción de la tierra o el hambre", dice Gil, que considera una "brutalidad" al hecho de que el país produzca, año a año, alimentos que podrían satisfacer las necesidades básicas de alimentación para 300 millones de personas y, sin embargo, ve cómo millones de argentinos padecen hambre.

Planteo económico social de FACEPT
En tal sentido, desde la Federación que las nuclea, las asociaciones educativas pugnan por la "construcción de una economía diferente", cuyos pilares consistan en la justa distribución de la riqueza y un buen uso de la tierra. Las líneas de trabajo para la consecución de estos objetivos son fijadas en las asambleas que agrupan a representantes de cada distrito e incluyen la idea-fuerza de "recuperar a la agricultura familiar como modo de vida y como acción política". Para ello se procura sumar a todas las organizaciones que forman un espectro que, aunque tenga grandes dimensiones, resulta poco visible para quienes habitamos las grandes urbes.

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Una de las características centrales que revela la distribución de la población en nuestro país es su altísimo índice de concentración urbana. En la Provincia de Buenos Aires esto se aprecia si tomamos como ilustrativos los casos del Gran Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata o Bahía Blanca, que reúnen en total alrededor de 10 millones de personas, la cuarta parte de la población de la República. "La distribución de la población en nuestra provincia es un disparate, realmente", opina Gil desde su pequeño terruño en el centro de la Buenos Aires.
"Esto es producto de la marginación que produce un sistema económico. Hay toda una intencionalidad en que esto ocurriera así, desde los cierres de los ferrocarriles hasta la concentración de los animales en la cuenca del Salado o en el delta. Todo esto ha producido este desastre social en un proceso de años que nos ha amontonado en las ciudades", ilustra.
La determinación de una opción política vuelve a aparecer como indispensable para cambiar el rumbo de las cosas, en esta parte del diálogo que Gil mantuvo con "EcoDias y la Región", el programa emitido en las tardes de Radio Nacional. Porque "así como hubo intencionalidad para esto, creemos que con intencionalidad política también se puede revertir".
Es en torno a esta idea que la FACEPT integra el Foro de Agricultura Familiar de la Provincia de Buenos Aires, que reúne a quinteros, agricultores urbanos o periurbanos y trabajadores rurales. "El Foro nos permite unir voluntades políticas de muchas organizaciones y poder hacer planteos y propuestas al gobierno para generar nuevas políticas públicas", explica Gil. La mirada integral sobre la realidad nacional llevó a la entidad foral a pronunciarse a favor de nuevas legislaciones para la estructuración de entidades financieras o la regulación de los servicios audiovisuales, proclamando además ser una voz sobremanera representativa del campo argentino -"Nosotros somos el campo" se titula el documento que su mesa directiva dio a conocer en agosto-, al constituir los agricultores familiares las dos terceras partes del total de productores agropecuarios en el país.
La acción coordinada con los distintos niveles de gobierno posibilitó implementar, desde hace cuatro años y a partir de una iniciativa parlamentaria, el Programa de Promoción de Pequeñas Localidades (Programa Pueblos), subsidiado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y accionado por la FACEPT junto a cada uno de los municipios donde se implementa. En 2006, la institución declaraba como objetivo central del programa el de "promover la organización comunitaria e institucional en las pequeñas localidades de la Provincia de Buenos Aires, para la gestación de procesos sostenidos de organización y planificación participativa comunitaria para el desarrollo local". Hoy, conforme con el trabajo realizado hasta el momento, Gil recuerda ante EcoDias que, "como federados, armamos un programa de promoción de los pueblos, en función de organizarse a partir del diagnóstico de su propia realidad y de una propuesta participativa de desarrollo".

Fuente:Eco Días

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